Por Dr. Federico Pastene Labrín
Cátedra UNESCO Lectura y Escritura
Universidad del Bío-Bío, CHILE
Siempre es motivo de alegría y gratitud cuando conocemos una nueva obra que se publica y, más aún, cuando ella es realizada con gran dedicación y dirigida a unos receptores muy especiales como lo son nuestros niños y niñas. Este es el caso de Carta a mis sueños para los niños del mundo. Para los visionarios que transforman el mundo con la grandeza de sus sueños de la destacada y reconocida escritora Pilar Vélez, que ha aparecido recientemente bajo el sello de la editorial Snow Fountain Press y con hermosas ilustraciones de Alynor Díaz.
Como lector, nos preguntamos sobre esta propuesta: ¿qué es lo nuevo?, ¿qué nos invita a descubrir la escritora? y ¿cuáles son sus señales? Al comienzo de la obra, Pilar Vélez nos comparte el sentido de su proyecto escritural, y de lo que ella misma ha expresado, deseamos resaltar que Carta a mis sueños para los niños del mundo es el segundo volumen de la colección Carta a mis sueños, es decir, estamos en presencia de un trayecto estético que esta vez nos convoca a conocer y disfrutar seis historias de hombres y mujeres que han sido grandes soñadores y realizadores de sus anhelos, inspirando, de paso, a toda la humanidad. Son breves biografías de Malala Yousafzai, Walt Disney, Shakira, Advay Ramesh, William Kamkwamba y Roberto Clemente. Pero el desafío es mayor. Porque a través de estos relatos y de actividades diseñadas estratégicamente, el propósito pedagógico es lograr que niños y niñas conozcan y se apropien de forma amena, didáctica y lúdica de las 17 metas de desarrollo sostenible de la Agenda 2030 establecidas por la Organización de las Naciones Unidas. Un imperativo urgente e impostergable por cumplir en estos tiempos tan críticos y de gran incertidumbre.
El texto incluye el cuento «El rey que no podía soñar», cuya narración fantástica nos lleva a otras épocas y nos recuerda a otros reyes literarios que también estuvieron en serios aprietos, pero que, en esta historia con final feliz, los grandes valores se imponen por la fuerza del amor al prójimo. Este cuento es el preludio a las biografías que se organizan en la sección principal: «Mi familia de soñadores». En cada una de ellas se despliega un baúl con diversas actividades creativas e innovadoras que abordan, junto con las metas de la ONU, el desarrollo de habilidades en comprensión lectora, escritura y oralidad, el manejo de vocabulario, la aplicación de estrategias cognitivas, metacognitivas y afectivas, y el tratamiento de temas transversales como la paz, la justicia, la pobreza, el hambre, la salud, la igualdad de género, entre otros. A su vez, se movilizan las habilidades intelectuales superiores como la reflexión y el pensamiento crítico en el apartado «Mesa para pensadores», por ejemplo, todo un esfuerzo didáctico para el logro de aprendizajes profundos y significativos.
Como colofón tenemos un conjunto de actividades organizadas en las secciones «Se necesita de un pueblo para criar un niño», «Derechos de los niños», «Yo tengo un sueño para los niños del mundo», «Afirmaciones» y «Juego AGENDA 2030», que continúan de manera entusiasta con la invitación a que niñas y niños disfruten de las palabras, los sonidos, las imágenes, los valores, los sueños; en fin, de todo aquel recurso que impregne en la sabia alma infantil el impulso para que ellos sean los verdaderos protagonistas de los grandes cambios que la humanidad necesita.
Sin lugar a duda, estamos frente a una obra que no podemos dejar de leer, disfrutar y apreciar por su valioso contenido impregnado de emotividad, creatividad y profundidad. En este pequeño mundo elaborado por Pilar Vélez, el lector no puede ser un agente pasivo, sino todo lo contrario, un activo participante de la construcción del significado literario y pedagógico. Esto queda en evidencia en el pertinente y adecuado diseño de las diversas secciones que conforman el libro. En suma, su lectura para todos y, en especial, para niños y niñas constituye una valiosa oportunidad para cobijarnos en aquellos sueños que nos esperan.