Pedro Vásquez
Pedro Vásquez nos arrulla nuevamente con su voz, que, como señala Pilar Vélez en el prólogo, «no se esconde tras las palabras ni las formas, aflora sincera como la hoja recién parida que emerge para alimentar el ciclo de la vida. Su poética es una invitación a reconectarnos con el amor y experimentarlo en la intención, la palabra, el impulso, la caricia, el beso, y a llenarnos de valor para concedernos el disfrute de la pasión».